My Sweet Seventeen

Este post va dedicado a aquellas personas que me alegran la vida con su simple presencia, que hacen que TODO valga la pena, que son la familia que he podido escoger.

El pasado viernes cumplí 17 años, el día no se esperaba muy emocionante y fuera de lo rutinario: dos exámenes, el habitual estrés, sin fiesta a la noche por falta de "recursos económicos" y encima un frío de muerte. Decir que todo el mundo fue encantador conmigo, es agradable comprobar como personas que piensas que te ignoran por completo te digan un simple "Felicidades". La tarde se presentaba aún más aburrida, iría a mirar algo al centro comercial que hay cercano a mi casa a mirarme algo de ropa con el dinero que había recibido y luego me esperaba el omnipresente Treball de Recerca en casa de Mimi. 

Las compras fueron bastante desastrosas, sólo conseguí un par de chaquetas de punto básicas de Blanco por desesperación de no encontrar nada mejor. Odio que cuando estás más pobre que las ratas te encanta todo y te maldices por no tener dinero y cuando lo tienes ves horteradas por donde mires. De vuelta, David y yo nos paramos a comprar chuches ya que me permití un caprichito el día de mi cumple, aunque el estaba reticente a que comiera muchas...

Pronto descubrí por qué, al llegar a casa de Mimi el plan de trabajo quedó totalmente desbaratado. Al entrar quienes fueran los que estaban allí dentro empezaron a cantarme el "Cumpleaños Feliz" y sentí como los ojos se me humedecían de una forma terrible, de esas que sólo me pasa cuando las emociones se me desbordan. Fui reconociendo todas las caras de mis amigos, Mimi y toda su familia, mi madre, Gema y Natalia (a las dos hacía más de un mes que no las vería). TODO eso lo habían hecho por y para mí, sencillamente fue demasiado. El sentimiento de sentirte querido, de formar parte de la vida de esas personas, de importarles... es indescriptible y os aseguro que el mejor que se puede sentir. 

Lo demás creo ya se puede imaginar, mucha música pachanguera y un pica-pica riquísimo made in Merche (mama de Mimi) que seguro que al día siguiente me iba a provocar remordimientos (y así fue xD)... El tiempo pasó enseguida, como siempre que lo pasas bien, y a mi parecer duró poquísimo y muy pronto me encontré en mi casa.

Antes de irme a dormir me puse a reflexionar acerca de todo lo que había pasado ese día, había sido tan mágico... Sé que, en términos de lujo, no fue nada lujoso ni super cool, ¿pero sabéis qué? No me hace falta tener dinero ni unos padres que me consienten todo para vivir unos Superdulces 17 al lado de las personas que quiero.

Gracias a todos
Yours Nika ♥